El esturión es un pez de gran tamaño que puede superar la dos metros de longitud y vivir más de cuarenta años. Tiene un cuerpo alargado con un hocico prominente, boca en posición ventral y cuatro barbillas sensoriales. Su cola es heterocerca y el cuerpo está cubierto por varias hileras de escudos óseos que le dan un aspecto inconfundible.

Históricamente, se distribuyó a lo largo de los principales ríos de Europa, tanto en la vertiente atlántica como en el Mediterráneo y el Mar Negro. Actualmente, sólo queda una población muy pequeña en el curso bajo del río Garona. En Cataluña había sido abundante en el río Ebro, hasta que la construcción de la presa de Xerta en el siglo XV dificultó sus migraciones reproductivas. Sin embargo, algunos ejemplares aún se observaron hasta la década de 1960. Actualmente, la especie se considera extinta en Catalunya.

Como especie anádroma, el esturión remonta los ríos para reproducirse. Los juveniles se dirigen hacia las desembocaduras, donde permanecen uno o dos años antes de migrar al mar. Su dieta es variada: larvas de insectos, crustáceos, moluscos y pequeños peces.

Actualmente, el esturión se encuentra en peligro crítico de extinción a escala mundial. Por este motivo, se están promoviendo varios proyectos LIFE en Europa, que incluyen programas de cría en cautividad, con el objetivo de recuperar sus poblaciones y garantizar su supervivencia.